miércoles, 5 de diciembre de 2012

La función de Jorge Lanata en el periodismo argentino de hoy


 Aunque parezca una vuelta del destino y una situación paradojal mediática, JorgeLanata, uno de los periodistas mas respetados en las tres últimas décadas en Argentina (podríamos partir desde la fundación de los diarios Página/12 y Crítica, pasando por Dia D en la pantalla de América en épocas menemista y Delarruistas, y mencionando la publicación de los libros Argentinos I y II), hoy en día es uno de los voceros del grupo multimediático Clarín -llevando la agénda que propone el medio y no la propia- y también es referente y portavoz de los cacerolazos de éste 2012. 
Todo periodista con su trayectoria y respeto podría ser independiente (de la política, de los medios, de la pauta publicitaria, de su propio público), pero en el caso de Lanata esto no ocurre. Cuando sus laderos en los '80 y '90 eran Martin Montenegro, Reynaldo Sietecase, Marcelo Zlotowiazda, Ernesto Tenembaum, Horacio Verbitsky, Adolfo Castello -y la lista podría continuar con nombres importantes- las investigaciones periodisticas motivaban a los estudiantes de comunicación y colegas. Se quitaba el velo de la corrupción argentina y se lo presentaba con lógica y seriedad. Se hablaba del hambre y de la falta de trabajo en la clase trabajadora, de la desintegración de la clase media, sobre vaciamiento institucional e industrial, y se golpeaba a las empresas oligo y monopólicas de nuestro país con pruebas contundentes.
Después de esos años, y recayendo en nuestra rabiosa actualidad Kirchnerista, el panorama de sus segmentos, funciones y programas dentro del Grupo es totalmente otro. Tanto en Radio Mitre, Canal 13 y en el diario Clarín las investigaciones siguen apareciendo -a veces interesantes y otras tantas que sólo buscan el golpe de efecto-, pero sus participaciones estan llenas de egocentrismo, chiquitaje periodístico, discurso vacío en lo político, y bastante violencia simbólica y verbal (solo reparar en la frase “seis, siete, rocho” sobre el programa de la Televisión Pública, el “Fuck you” de la apertura de PPT que se repitió con insistencia en los cacerolazos violentos contra periodistas de este año, y su ninguneo constante al resto de periodistas de otros medios -afines o no al kirchnerismo- los muestran de cuerpo entero).
Su labor en el periodismo de hoy es idéntica a la de cualquier conductor de noticias del mismo grupo mediático (por ejemplo TN, ocho y media de la mañana de un domingo): simplemente presentar las 5 o 6 noticias de la agenda que propone Clarín como corporación. Pero lo que lo diferencia -y aquí viene lo peor- es que él es el que pone la cara, su nombre y su trayectoria. Y si a esto se le suma que es el periodista estrella de ciertos sectores de la sociedad retrógrados, conservadores y estancos; nos lleva directamente a una suerte de sinergía que alimenta a los 2 lados. Periodismo Para Todos trata las noticias semanales que los fanáticos reclaman y el multimedio propone, y los televidentes encuentran en Lanata las noticias que esperan y desean escuchar (asi desfilaron por estos meses de emisión “Los twiteros truchos K”, la investigación sobre Milagros Sala, “El voto K de los jovenes de 16 para perpetrarse en el poder”, su viaje a Caracas para cubrir y demonizar las elecciones de Hugo Chavez, la acusación sobre Luis D'Elía y muchas más). Investigaciones vacías, inofensivas, hasta vergonzosas; que sólo buscan fomentar ésa retroalimentación entre emisores y receptores anti K, y que necesitan el golpe de efecto, el rating o que se hable toda la semana en los distintos medios del Grupo; pero que no cambian los temas de fondo, no proponen ni tampoco abren realmente los ojos de los televidentes en su conjunto.
Es triste, pero Jorge Lanata perdió el respeto de muchos de los ciudadanos que lo seguían en los '80 y '90, pero también perdió el respeto de sus propios colegas (la pseudo tribuna del “Queremos preguntar” es una muestra de eso ). Hoy comparte espacio con comunicadores detestables por su pasado y por su presente, y a su vez se enfrenta y denosta a muchos que supieron estar a su lado en otras épocas, pero hoy deciden contar las noticias y opinar desde un lugar diferente, y no bajo su ala.
Lanata nunca habla de los Medios como corporaciones o empresas (sólo de ciertos periodistas), tampoco de los partidos opositores al oficialismo K, y menos del gobierno porteño Macrista. No se lo escucha opinar sobre la Ley de Medios ni sobre temas que involucren a empresas privadas. En las décadas pasadas si lo hacía. Él piensa que nunca cambio, que las críticas vienen de los otros, que si cambiaron, de los que hoy estan ciegos. Verdaderamente Lanata dejó de ser una pieza clave del periodismo argentino, para ser un peón más; un vocero de otros intereses que salta al vacío sin red, con las consecuencias que éso depara.

1 comentario:

  1. Si les preguntas que pais quieren te contestaran todo lo que vos queres escuchar,son neustad 2.0
    Ricardo con cariño,abrazo

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