viernes, 15 de julio de 2011

Tan raro no es

        
¿Tan extraño nos parece la reelección de Mauricio Macri y el PRO en la Capital Federal? ¿Esperábamos otra cosa de las elecciones porteñas en este 2011? ¿Por qué?
Hace unos días se realizaron las elecciones a intendente en la Ciudad y el candidato del PRO obtuvo el 47,08% de los votos. En segundo lugar, y llegando al ballotage, quedó el candidato del Frente para la Victoria (FpV) Daniel Filmus, con el 27,78% del electorado. Bastante más atrás se ubicaron Fernando “Pino” Solanas, de Proyecto Sur, con el 12,82%; María Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica (CC) con el 3,32% y Silvana Giudici de la Unión Cívica Radical (UCR) con el 2,06 %. El resto de los partidos políticos no llegaron al 2% del electorado[1].
Tres son los puntos importantes a destacar, y tienen estrecha relación en los resultados. El primero es que Macri en primera vuelta quedó a solamente un 4% de lograr la mitad más uno del electorado en su favor. No será una empresa difícil superar ése escollo en el ballotage del próximo 31 de julio. En segunda medida, Filmus obtuvo un 20% menos que el candidato porteño del PRO. En otro contexto político, en donde una alianza con el resto de los partidos relegados conforme una coalición anti-Oficialismo porteño (y no digo que éste no sea un ámbito de peleas embarradas de militancia mas ligadas a uniones por conveniencia que por luchas utópicas e ideológicas), y sumado a ésta, se realice un debate previo a la segunda vuelta con resultado favorable y contundente para Filmus; tal vez posibilite (y hay que remarcar ése tal vez) revertir esta situación negativa para el Kirchnerismo en la capital. Pero existe un tercer tema, no menos importante para este pensamiento: el resto dela oposición porteña no apoya al FpV. Es más, son anti-K y no quieren quedar pegados al partido de la presidenta Cristina Fernández de cara a Octubre. Y su posición esta clara de movida: se acercan al PRO para absorber sus votos y tener esperanzas en las elecciones para las presidenciales; o directamente se abstienen de opinar y dejan libre elección a sus votantes[2].
En paralelo a esto, un sector importante de los ciudadanos porteños (el caso del músico rosarino Fito Páez y su nota en Página12 podría ser un abarcativo ejemplo[3]), igualmente se escandalizan y asombran por la elección ganada por Mauricio Macri, a pesar de una mediocre administración y gobernación (porque vale la pena aclarar que tienen que ir de la mano, pero no son lo mismo lo político/económico y lo social/cultural). Las inacciones -adrede o no – de la intendencia del PRO en el período 2007 – 2011 ya fueron nombradas en los medios masivos de comunicación, pero vale la pena recordar y enumerar algunas: (1) la utilización de un porcentaje menor del presupuesto aprobado para Educación y Salud en cada uno de los años de gobierno; (2) la vinculación y ligazón estrecha de Mauricio Macri con las escuchas ilegales a legisladores de la oposición y del propio oficialismo porteño – Ruanova, Maffia, La Ruffa y el mismísimo Rodríguez Larreta -, como así también a Sergio Burstein (dirigente de Familiares de las Victimas del atentado a la AMIA) y a su propio cuñado, Néstor Daniel Leonardo[4]; (3) la aparición en escena de la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) como fuerza represiva y de “limpieza” de indigentes en la noche porteña; (4) colocar al polémico Jorge “Fino” Palacios[5] al frente de la Policía Metropolitana (en donde un 80% de los altos cargos de la nueva fuerza de seguridad porteña estaba integrado por personal que había pertenecido a la Policía Federal  durante la última dictadura), (5) el nombramiento de Abel Posse –escritor reconocido por hacer apología de la dictadura y con declaraciones del tipo “reprimir es obligación del Estado”, o “infectaron con un virus ideológico” al referirse al gobierno K en un artículo publicado por el diario La Nación en las vísperas de su designación en diciembre de 2009 - al frente del Ministerio de Educación[6]; (6) la desatención del Sistema de Salud Público con falta de insumos y condiciones edilicias irregulares incluidas ; (7) la ausencia de mantenimiento en infraestructura en Educación, sumado a la falta de becas y de vacantes en el nivel inicial, (8) la promesa ampliamente incumplida de los 10 Km de subte por año de gestión PRO; entre muchas otras[7].
¿Pero porqué resulta tan extraño que en el 2011 Mauricio Macri haya obtenido el 47 % de los sufragios porteños? Recordemos que esta ciudad tuvo como intendente en los '90 al radical Fernando de la Rúa, con su posterior victoria en 1999 a nivel nacional con la Alianza. Y en 2007 eligió a Macri por primera vez como su candidato predilecto. ¿Existirá una supuesta idea que diga que los habitantes de la Capital Federal no son de derecha? ¿O son más progresistas que alguna otra provincia o ciudad de la República Argentina? Ni hablemos de socialismo o de izquierda, porque todos conocemos la respuesta. Creo que lo mejor sería tomar estas elecciones porteñas como punto de partida para que todos nosotros, como habitantes democráticos de nuestra Argentina repensemos, militemos – según sea el caso de cada uno –, nos juntemos y trabajemos en modificar lo que creamos que se hace mal en cualquier nivel dirigencial. El debate, las discusiones de ideas y el acto mismo de votar no son hechos menores. Diez años atrás estábamos perdidos como sociedad. Hoy se habla de política en todos lados, y la lucha central se da en los principales formadores de opinión: Los Medios. No perdamos esperanzas. El cambio sigue estando al alcance de la mano. Sólo tenemos que ponerlo en acción.


[5] Ver el curriculum de Jorge “Fino” Palacios en http://www.4semanas.com/nota.php?id=2429
[6] Leer artículo completo de Abel Posse en http://www.lanacion.com.ar/1209779-criminalidad-y-cobardia