sábado, 17 de septiembre de 2011

LA OLA: Ideología y Sujetos, según Althusser

-Según tu opinión, no es posible que en Alemania haya una dictadura ¿Verdad?-Preguntó el profesor.
-De ninguna manera, somos mucho más inteligentes ahora.-Afirmó el estudiante.1
¿Podemos pensarnos por fuera de la Ideología? ¿Podemos estar exentos de que nos incluya alguna ideología particular en cualquier momento de nuestras vidas? ¿Realmente podemos elegir entre estar o no inmersos en la Ideología?
No creo que podamos, porque la Ideología cruza todas las acciones del hombre. De alguna u otra manera, al actuar de determinado modo, estaremos siguiendo parámetros, realizando diferentes rituales sociales y participando en ciertas prácticas reguladas. Y todo esto nos lleva a pensar indefectiblemente en los Aparatos Ideológicos del Estado (AIE), -concepto enunciado por Louis Althusser- que designa a “…cierto número de realidades que se presentan al observador inmediato bajo la forma de instituciones distintas y especializadas…”, en donde, por un lado tenemos la pluralidad de estos AIE (religiosos, escolar, familiar, jurídico, político, sindical, de información y cultural), que funcionan “…masivamente con la ideología como forma predominante, pero utilizan secundariamente, y en situaciones límite, una represión muy atenuada, disimulada, es decir simbólica ”, y que por otro lado “ …lo que unifica su diversidad es ese mismo funcionamiento, en la medida en que la ideología con la que funcionan está, en realidad, siempre unificada, a pesar de su diversidad y sus contradicciones, bajo la ideología dominante, que es la de ‘la clase dominante’…”2.
En la película del 2008, La Ola (Die Welle), del director Dennis Gansel, podremos ver como la categoría Ideología, como así también las nociones de Interpelación y Sujeto, subyacen en diferentes escenas; retratando a los alumnos adolescentes y al profesor Rainer en un espiral incontrolable, que comienza en la clase del proyecto semanal de Autocracia de una escuela secundaria alemana, prosigue al encontrarlos como un colectivo uniforme, y termina dramáticamente en la reunión final del grupo en el anfiteatro.
Toda Ideología interpela a los individuos como sujetos

En la escena de la primera clase de autocracia, podemos ver como el Profesor Rainer es colocado como líder, como Sujeto único y absoluto. A partir de allí, los alumnos (que son interpelados como sujetos libres) se someten libremente a las órdenes del Sujeto.
En el aula de Autocracia, se produce la interpelación de los individuos como sujetos (1); su sujeción al Sujeto (2); el reconocimiento mutuo entre los sujetos y el Sujeto, y entre los sujetos mismos (3); y por último el reconocimiento del sujeto por él mismo (4). El efecto (que completa este cuádruple sistema) que produce y asegura la estructura especular redoblada de la ideología es, según Althusser, “la garantía absoluta que todo está bien como está y de que, con la condición de que los sujetos reconozcan lo que son y se conduzcan en consecuencia, todo irá bien…”3.

Prácticas reconocidas
Las prácticas reguladas del grupo de Autocracia empiezan a ser una constante que no se detendrá, sino que por el contrario, comenzarán a aumentar y ser lo identificatorio del grupo adolescente. Al comienzo de la segunda clase, vemos como el profesor y los alumnos marchan en el lugar, asemejándose a un grupo militar, pero generando un movimiento uniforme, un movimiento que los une, que los hace sentirse una materia homogénea. El profesor Rainer los alienta en este sentido, al vivarlos con “¿Pueden sentirlo? ¡Como poco a poco nos volvemos uno solo! ¿Ese es el poder de la comunidad!” Y casualmente (o no tanto), la imagen nos muestra a Jim, el joven más entusiasta con la propuesta del profesor, marchando y mirando al frente. 
Mas tarde ante la pregunta de Rainer sobre cómo reconocer a una comunidad, se habla de vestimenta, o mejor dicho de uniformes; y aparecen 2 opiniones: la primera afirma que “los uniformes eliminan las diferencias sociales”; mientras que la segunda confirma que “también eliminan la individualidad”. Posteriormente a esto, la camisa blanca será la vestimenta/uniforme del grupo, y será una referencia.
Podemos ejemplificar y entender cómo Althusser aborda esta situación:
“…veamos lo que pasa en los individuos que viven en la ideología, o sea con una representación determinada del mundo (religiosa, moral, etc.) cuya deformación imaginaria depende de su relación imaginaria con sus condiciones de existencia (…) con las relaciones de producción y de clase (…) Un individuo cree en Dios, o en el Deber, o en la Justicia, etc. Tal creencia depende de las ideas de dicho individuo, por lo tanto, de él mismo en tanto sujeto poseedor de una conciencia en la cual están contenidas las ideas de su creencia (…) El individuo en cuestión se conduce de tal o cual manera, adopta tal o cual comportamiento práctico y, además, participa de ciertas prácticas reguladas, que son las del aparato ideológico del cual ‘dependen’ las ideas que él ha elegido libremente, con toda conciencia, en su calidad de sujeto…”4
 
La elección del nombre que identifica al grupo, junto a la aparición del logo, las pintadas, y por último el saludo; amplifican el concepto y demuestran las actitudes, las practicas y las acciones que ilustran el movimiento del grupo, cómo así también la violencia o la separación ante los que no pertenecen a él.

Los sujetos “marchan solos”
Cerca del final de la película, el profesor Rainer (o mejor dicho, el Sr. Wenger) propone un último encuentro del grupo en el anfiteatro, luego de la charla que tuvo la noche anterior con uno de sus alumnos, Marco. Al comienzo del encuentro, el profesor lee algunos extractos de las cartas de los alumnos, en donde el sentimiento de grupo y de pertenencia, son resaltados. “Ya no se trata acerca de quién es el mas guapo, o el mejor o el de más éxito”, “La Ola nos ha hecho iguales”, “Raza, religión y estatus social ya no tienen importancia”, “Todos pertenecemos a un movimiento”, “La Ola nos dio un nuevo significado”, “Un ideal por el cual vale la pena luchar”, entre otras. La ideología en este caso interpela, y obtiene el reconocimiento del lugar ocupado por los sujetos y previamente asignado.

Pero la escena final cambia, muta, y se trastoca. Marco se rebela, se enfrenta al líder e intenta mostrar otra realidad. Pero esta situación nos demuestra, en palabras de Althusser, como:
“…los sujetos ‘marchan’, ‘marchan solos’ en la inmensa mayoría de los casos, con excepción de los ‘malos sujetos’ que provocan la intervención ocasional de tal o cual destacamento del aparato (represivo) (…) Pero la inmensa mayoría de los (buenos) sujetos marchan bien ‘solos’, es decir con la ideología. Se insertan en las prácticas gobernadas por los rituales a los AIE (…) Si, los sujetos ‘marchan solos’. Todo el misterio de este efecto reside en los dos primeros momentos del cuádruple sistema (…) 1) una subjetividad libre (…) 2) Un ser sojuzgado, sometido a una autoridad superior, por lo tanto despojado de toda libertad, salvo la de aceptar libremente su sumisión (…) El individuo es interpelado como sujeto (libre) para que se someta libremente a las órdenes del Sujeto, por lo tanto para que acepte (libremente) su sujeción, por lo tanto para que ‘cumpla solo’ los gestos y actos de sujeción. No hay sujetos sino por y para su sujeción. Por eso ‘marchan solos’…”5

Pensábamos que éramos mejores que eso…
“…excluimos de nuestra comunidad a todos los que no compartían nuestra opinión. Los lastimamos. Ni siquiera quiero saber de qué más hubiésemos sido capaces. Debo disculparme con todos ustedes. Fuimos demasiado lejos. Fui demasiado lejos”-concluye el profesor Rainer.
Nada está por fuera de la ideología, aún lo que aparente suceder externamente. Ésta ilusión es producto del mecanismo de la negación práctica del carácter ideológico de la ideología: “la ideología no dice nunca ‘soy ideológica’", y en la medida que ella es eterna, los individuos son siempre interpelados, son ya sujetos desde antes de nacer (nacen en un contexto determinado, con un nombre y un apellido, con un rol pre-asignado, etc.).
En La Ola (2008) reconocemos estas categorías. Althusser afirma que “…la existencia de la ideología y la interpelación de los individuos como sujetos son una sola y misma cosa…6. Y lo vemos en los personajes, en las prácticas y en las situaciones; y es una demostración de que la ideología cruza y acompaña toda actividad del hombre. Un buen ejercicio sería imaginar cualquier situación de éste tipo, para la vida cotidiana de cualquiera de nosotros; poder abstraernos de nuestra rutina mental, y aplicar el pensamiento crítico para poder ver más allá de lo que estamos acostumbrados a pensar.
1 Dennis Gansel (2008). La Ola (Die Welle). Alemania.
2 Althusser, L. (1988). Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado. Freud y Lacan. Nueva Visión. Buenos Aires. Págs. 125, 127 y 128.
3 Althusser, L. (1988). Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado. Freud y Lacan. Nueva Visión. Buenos Aires. Pág. 152.
4 Althusser, L. (1988). Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado. Freud y Lacan. Nueva Visión. Buenos Aires. Pág. 142.
5 Althusser, L. (1988). Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado. Freud y Lacan. Nueva Visión. Buenos Aires. Pág. 152.
6 Althusser, L. (1988). Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado. Freud y Lacan. Nueva Visión. Buenos Aires. Pág. 147.